miércoles, 27 de octubre de 2010

Vigesimoséptimo día

Octubre continúa avanzando hacia noviembre, insensible a nuestras dudas y nuestras certezas. Nada le detendrá, ni el amor ni el miedo ni el cansancio ni el frío, ni tampoco esa fragilidad que de improviso se instala en nuestro corazón como un pájaro. No, nada le detendrá, pues el verdadero motivo de su existencia es no detenerse nunca.

2 comentarios:

Elvira dijo...

Sí, a veces se siente uno frágil como un pajarillo. Y luego de repente sale la fuerza, algo la ha despertado. Un beso

Jesús Miramón dijo...

Ahora mismo escucho los pasadobles de organillo que resuenan en la residencia de día que hay detrás de mi casa, hoy es día de baile para los ancianos mientras octubre se precipita imperturbable, absolutamente ajeno a la música y la decadencia. Un beso.