viernes, 21 de diciembre de 2007

Cae la nieve



Monólogo final de la película Dublineses, de John Huston,
maravillosa adaptación del relato "Los muertos", de James Joyce.
Toda la película y la chica de Aughrim.

9 comentarios:

Jesús Miramón dijo...

Monólogo de Gabriel Conroy

Qué pequeño papel
he representado en tu vida.
Es casi como si
no hubiera sido tu marido,
como si nunca
hubiéramos convivido
como marido y mujer.

¿Cómo eras entonces?
Para mí, tu cara
sigue siendo preciosa,
pero ya no es aquella
por la que Michael Furey
dio su vida.

¿Por qué siento
este torbellino de emociones?
¿Qué las ha despertado?
¿El recorrido en el coche de punto?
¿Su indiferencia al besarle la mano?
¿La fiesta de mis tías?
¿Mi estúpido discurso?
¿El vino, el baile, la música?

Pobre tía Julia.
¡Qué expresión tan macilenta tenía
mientras cantaba
“Ataviada para la boda”!
Pronto será también una sombra
como la sombra de
Patrick Morgan y su caballo.
Quizá pronto me siente
en ese mismo salón, vestido de negro.
Los visillos estarán corridos y yo
rebuscaré en mi mente
palabras de consuelo,
y sólo encontraré algunas
torpes e inútiles.

Sí, sí, eso ocurrirá muy pronto. Sí,
los periódicos tienen razón:
la nieve está cubriendo toda Irlanda,
cae sobre toda
la oscura llanura central,
sobre las colinas despobladas,
suavemente cae sobre
los pantanos de Allen y,
más lejos, hacia el oeste,
cae suavemente sobre
las oscuras y revueltas
aguas del Shanon.

Uno a uno, todos
nos convertiremos en sombras.
Es mejor pasar a ese otro mundo
impúdicamente, en la plena
euforia de una pasión,
que irse apagando
y marchitarse
tristemente
con la edad.

¡Cuánto tiempo has guardado en tu corazón
la imagen de los ojos de tu amado
diciéndote que no deseaba vivir!

Yo no he sentido nada así
por ninguna mujer, pero sé
que ese sentimiento
debe ser amor.

Piensa en todos
los que alguna vez han vivido
desde el principio de los tiempos,
y en mí,
transeúnte como ellos,
fluctuando también
hacia su mundo gris
como todo lo que me rodea.

Este mismo sólido mundo
en el que ellos se criaron y vivieron
se desmorona y se disuelve.

Cae la nieve. Cae
sobre ese solitario cementerio
en el que Michael Furey
yace enterrado. Cae
lánguidamente en todo el Universo
y lánguidamente cae,
como en el descenso
de su último final,
sobre todos los vivos
y sobre los muertos.

Portarosa dijo...

Qué maravilla (bueno, la voz del doblador no sé si me convence, pero es un detalle menor), y qué maravilla la escena de la canción... Bueno, como toda la película, la verdad.
Lástima que, como tantas veces la belleza, me haya dejado algo triste.

Un abrazo, Jesús. Espero que tú y los tuyos estéis siendo muy felices.

Jesús Miramón dijo...

Holo, Portorosa, a mí tampoco me convence la voz del doblaje, pero el texto y las imágenes son tan poderosos que superan ese inconveniente. Es verdad que es una película magnífica, una de mis favoritas entre todas. Iré dejando en el blog escenas de otras que forman parte de mi experiencia.

Sí, es navidad y estamos pasándolo bien, sobre todo desde el punto de vista gastronómico, pero también son días un poco tristes, M. se acuerda mucho de sus padres. Bueno, supongo que siempre es así a partir de una cierta edad.

A ti, F., te deseo lo mejor, que seas también lo más feliz posible estos días, y que el año que viene te traiga buenas y maravillosas sorpresas. Un abrazo muy fuerte.

Jesús

conde-duque dijo...

Para mi gusto, la mejor escena -bueno, de las mejores- de la historia del cine. La he visto miles de veces y siempre me emociona.

Jesús Miramón dijo...

Sí, es una película verdaderamente extraordinaria, lo mismo que el relato de Joyce. Y esta epifanía final resulta imposible de olvidar.

Nuchi Belchí dijo...

Gracias, Jesús. Vine aquí a través de Berna y me encontré con una de las películas más hermosas que he visto en mi vida. Me he llevado esta escena a mi blog.

Jesús Miramón dijo...

Hola, Nuchi, también en mi caso es una de las mejores películas que he visto en toda mi vida (y el cuento de Joyce uno de los mejores que he leído, claro). Es un placer compartir las cosas que nos gustan. Un saludo y bienvenida.

Elvira dijo...

Me acaban de regalar esta película en DVD. Tengo muchas ganas de verla.

Sí que es un placer compartir las cosas que nos gustan. :-)

Jesús Miramón dijo...

Hola, Elvira, ojalá te guste tanto como a mí, es una verdadera maravilla. Fue la última película que rodó John Huston, ya un anciano, desde una silla de ruedas y auxiliado por una bombona de oxígeno. El guión que adapta el cuento de Joyce lo escribió su hijo Tony Huston (ganó un oscar por él), y la protagonista como ves es su hija Angelica. Es una película soberbia, la despedida poética y maravillosa de un gran director rodeado de su familia. Un prodigio.