sábado, 26 de mayo de 2007

Dioses pequeños

Esta tarde compartimos
la mesa del salón,
separados por la pantalla
del ordenador portátil.
Mi mujer corrige exámenes
en la recta final del curso
y yo intento escribir.

Me gusta estar así,
en silencio los dos,
mientras en el horno de la cocina
se asan lentamente
cinco pimientos rojos
y tres berenjenas.

Ella levanta la vista
y me mira un instante,
no arrasada de amor,
no ardiendo en deseo,
me mira nada más, sonríe y
vuelve a zambullirse
en su trabajo.

Oh, pequeños dioses
de las cosas sin importancia,
conservadlas en mi memoria
tan ciertas y verdaderas
como ahora.

4 comentarios:

e-catarsis dijo...

Excelente.
Loa a lo cotidiano o cuando las cosas importantes pasan a formar parte de nuestro espacio como una prolongación del mismo

Saludos

Jesús Miramón dijo...

Ahora mismo acaba de caer uno de esos chaparrones que mojan una limitada zona de terreno. Ha llovido durante unos pocos minutos, después la nube se ha alejado con su cortina de agua a otra parte, y ha salido el sol.


(Gracias, e-catarsis :-)

Hipatia dijo...

Esos instantes amontonados que configuran una vida sencilla, que puede llamarse paz. Esos momentos pequeños que no pasan desapercibidos y que nos hacen sentri a salvo.
Qué preciosidad de imagen Jesús.
Gracias.
Saludos desde otra isla serena, en la Enterprise.

Ps: el viento, hoy, es casi huracanado.

Hipatia dijo...

"Sentri", no, por dios...
Decía "sentir" a salvo... Los dedos, o el teclado; o todo junto....